lunes, 2 de mayo de 2011

Subir una escalera

Hay quien quiere subir una escalera durante toda la vida. Al abrir los ojos ven un peldaño. Cada día es un peldaño y hay que subirlo. Quedarse parados en una altura es rendirse, acomodarse, perder. Bajar es un fracaso, pues para ellos solo podemos subir. En la vida solo tiene sentido subir los peldaños.
Desde un escalón más alto vemos detrás, allá abajo, a todos los que salieron con nosotros y que no han podido llegar aquí. Somos mejores. La vida es un ascenso y vive mejor quien más asciende, quien tiene más seguridad de no caer, de no quedarse, de no retroceder.
Se planta un pie en el escalón y ya no se puede parar. Al final está la recompensa, a juzgar por lo que vamos viendo. En cada nueva altura se respira mejor, se vive más, se vive mejor. ¿Cómo pudimos aguantar el tiempo que estuvimos en el nivel inferior? Ahora parece tan inhóspito...
En el último escalón está la recompensa.
Sigue subiendo.